Todos
fuimos jovenes, todos estuvimos (o estamos) en al edad del pavo. Algunos
maduraron de pequeños, y otros son unos boludos/as grandotes/as.
El
caso es que, siendo mujer y teniendo 14, ya tendrías que haber madurado... es
decir, no tendrías que hacer berrinches, no tendrías que mandar a todos tus
amigos a pasarse por detectives para saber lo que pasa entre tu “ex” y yo,
porque la verdad eso es de cuarta... Está bien, sos una nena, te entiendo, pero
aflojá un poco che. A mi me tocó madurar desde chiquita, nunca fui una nena
mimada por mis padres, nunca cumplieron mis caprichos, supe conformarme de
chiquita, y día a día formaron a la mujer que soy hoy en día. Me tocó cosas por
vivir que quizás fueron a temprana edad, pero me sirvieron mucho en la vida...
Tenés
que aceptar la realidad, aunque te duela, las cosas son así. Te gustan bien...
y sinó, también.